Por Vida Amor De Paz
En las negociaciones de la Convención Marco de Cambio Climático- COP 17 celebradas en Durban, Sudáfrica, uno de los protagonistas que está más en boca de todos es Canadá, y ha sido nombrado el patito feo de la Convención, en vísperas de la culminación de la COP 17. Resulta que desde hace ratos se creía que Canadá ya había tocado fondo, pero ahora parece confirmarnos que se retirará del Protocolo de Kioto, y con ello muchos países que defienden el mismo quisieran enviarlo al Paredón.
En Rueda de Prensa, Canadá manifestó que no está solo, puesto que le apoya Estados Unidos, Australia y Japón quienes también piensan que ya es hora que se realice un nuevo tratado más en sintonía con lo pactado en Cancún.
En entrevista especial con Mark Johnson, de la Oficina de Comunicaciones de Canada en Durban, reconoce que el cambio climático es un reto global que requiere una solución global, por lo que prefiere pensar en apoyar un nuevo acuerdo internacional que incluya compromisos por los más grandes emisores. Según Johnson, es la única forma de obtener reducciones a escala global, pero entre líneas vemos que ser vecino de Estados Unidos tiene mucho que ver.
La no adhesión a la continuación de Kioto, Canadá lo justifica diciendo que es la manera más efectiva, justa y comprensiva para tratar con el problema del cambio climático que es a través de un acuerdo nuevo basado en los acuerdos de Cancún que incluye los compromisos aglutinados en uno solo.
Por su lado, los países del SICA ( Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Belice y República Dominicana )ven horrorizados dichas disposiciones y preferirían ver renovado el mismo pues es el único acuerdo legalmente vinculante que tenemos al momento. Destruirlo sería atentar contra la Convención y por ende, poner en peligro a la humanidad.
Es importante que países industrializados tomen acción, así como los menos desarrollados reflejando sus circunstancias nacionales. No obstante, aunque Canadá diga que escoge alinearse con Estados Unidos en una propuesta para el 2020, y abandonar el Protocolo de Kioto porque no sirve para enfrentar los retos del cambio climático, es hoy por hoy, el único instrumento vinculante que sirve de plataforma legal para continuar con el reto. Este protocolo, alega Canadá, cubre únicamente 30% de las emisiones y no provee la acción en adaptación, finanzas, tecnología , que son clave para sectores como foresteria y agricultura- De tal forma que según Canadá, el documento no establece algo más propicio para bajar los niveles de carbono de la atmósfera a niveles que permita la no interferencia con el sostenimiento de la vida en la Tierra, pero al permitir que se firme un documento que no “exige” legalmente a los países a bajar dichos niveles, no resuelve el problema. De tal forma, que el análisis de dicha acción es sencillo: los países desarrollados desean matar el Protocolo de Kioto para no tener que asumir responsabilidades.
Los Canadienses alegan que están haciendo progreso para reducir sus emisiones a 17 por ciento de los niveles del 2005, para el 2020, en forma de sector en sector alineados con los Estados Unidos. Sin embargo, dicha reducción es aún muy tímida y no llena las necesidades mundiales. Ahora solo falta esperar los resultados finales.
